Este año no me estremeceré al oír una banda de cornetas y tambores. Este año no habrá Santa Cruz de vuelta por Mateos Gagos, con el olor a azahar, a incienso, las saetas y el crujir de las trabajaderas. habrá padre, madre y hermano durante nueve días que se me presentan excesivos, y espero aprovechar y disfrutar. Será una pequeña vuelta a la Erasmus. Una Semana Santa atípica para mi, sin Semana Santa. Quizás mejor así, sin contradicciones. Y sin ti. Sin bocadillos en el Salvador, ahora que ya no esta el cajón de obras; y sin reventarme por las calles adoquinadas, abarrotadas hasta tal punto que uno a veces no puede ni andar. Cosas de esta ciudad tan atea y tan creyente a la vez.
Esta Semana Santa, como las ultimas, me llega de sopetón, sin darme cuenta. Y mañana es Viernes de Dolores. Y encima unas dos semanas casi sin parar, sin mucho tiempo. Cosas de la amistad profundamente entendida. Hasta tal punto sin tiempo que he tenido esto un poco abandonado, como a mi mismo.
Pero vuelvo, el domingo ocho intentare resucitar un poco a la vida, lo que me deje esta primavera que me oprime a ratos en el pecho; por muy poco caso que le haga, se que es algo que esta ahí.
Cuidaros. Cuidarse. Nos vemos a la vuelta.
Esta Semana Santa, como las ultimas, me llega de sopetón, sin darme cuenta. Y mañana es Viernes de Dolores. Y encima unas dos semanas casi sin parar, sin mucho tiempo. Cosas de la amistad profundamente entendida. Hasta tal punto sin tiempo que he tenido esto un poco abandonado, como a mi mismo.
Pero vuelvo, el domingo ocho intentare resucitar un poco a la vida, lo que me deje esta primavera que me oprime a ratos en el pecho; por muy poco caso que le haga, se que es algo que esta ahí.
Cuidaros. Cuidarse. Nos vemos a la vuelta.