Curioso pasar con solo un viaje de una hora, de la felicidad (más o menos fingida) que se vive un día de Navidad al reunirse toda una familia al completo, a la tristeza más dolorosa y profunda provocada por la perdida de un ser querido. Ni que negar que la muerte de alguien cercano marca fechas y es triste, pero que sea el día de Navidad es aun peor, eso es algo que marca para el resto de tu vida, y seguramente no solo a la persona que lo vive, sino que es una de esas cosas que uno lega a sus descendientes.
Hay quien piensa que los días esos en los que se reúne la familia son un coñazo, pero a mi me gusta. Me gusta porque lo paso bien, porque me río con mis primos y mis tíos cantando, bailando, tomándonos unas copitas… Y porque cuando llega uno de esos días tan tristes como el que cuento, uno se siente arropado y acompañado.
Afortunadamente, uno siempre tiene a sus amigos, aparte de la familia, que están para lo que haga falta. Lo mismo para coger el coche y buscar un termo para llenarlo de caldo, que para pedir mantas para la larga noche en vela.
No deja de sorprenderme esa capacidad de reacción, esa unión y amor que demostramos en los momentos más duros. Y es que no es un trago fácil, pero que sepas Amalia, que estamos ahí y aquí, para lo que necesites, para lo que necesitéis. Un beso fuerte mi niña. Te quiero mucho.
Hay quien piensa que los días esos en los que se reúne la familia son un coñazo, pero a mi me gusta. Me gusta porque lo paso bien, porque me río con mis primos y mis tíos cantando, bailando, tomándonos unas copitas… Y porque cuando llega uno de esos días tan tristes como el que cuento, uno se siente arropado y acompañado.
Afortunadamente, uno siempre tiene a sus amigos, aparte de la familia, que están para lo que haga falta. Lo mismo para coger el coche y buscar un termo para llenarlo de caldo, que para pedir mantas para la larga noche en vela.
No deja de sorprenderme esa capacidad de reacción, esa unión y amor que demostramos en los momentos más duros. Y es que no es un trago fácil, pero que sepas Amalia, que estamos ahí y aquí, para lo que necesites, para lo que necesitéis. Un beso fuerte mi niña. Te quiero mucho.