Pensé que no me daría pena, o quizás no tanta. Intente engañarme a mi mismo. Pero cuando fui a recoger las dos o tres cosas que quería, no pude evitar sentir una infinita nostalgia cargada de mil recuerdos y otra sensación, rarísima, fruto de dejar casi todas las cosas colocadas: el dormitorio con sus colchas, el mueble del salón cargado de vasos y platos, la cocina con las cacerolas y en el baño hasta se quedaban los cepillos de dientes. Era entrar en tu casa que ya no era tuya, con algunas de tus cosas colgadas en las paredes e incluso algún pantalón en el armario, era algo que me lo ponía un poco más difícil.
Y al salir me di cuenta de que nunca podría volver al escenario de aquellos veranos de la infancia que guardo como uno de mis mayores tesoros. Aunque no era nuestro, éramos nosotros los que lo disfrutábamos. Pero ahora solo podré volver a disfrutar de la aquella casa pequeña y que habíamos ido completando poco a poco en mis recuerdos, en mi mente. Solo allí podré volver a ser el niño que se marco las piernas de por vida con las caídas de la BH cross por el carril; el niño que disfrutaba viendo los rayos caer sobre el césped encharcado; el que jugaba con el barro debajo de la encina y el que bebía coca cola bajo un olivo al lado de la carretera a las tres de la tarde en el mes de agosto; el niño que era lo que hoy soy…
Y al salir me di cuenta de que nunca podría volver al escenario de aquellos veranos de la infancia que guardo como uno de mis mayores tesoros. Aunque no era nuestro, éramos nosotros los que lo disfrutábamos. Pero ahora solo podré volver a disfrutar de la aquella casa pequeña y que habíamos ido completando poco a poco en mis recuerdos, en mi mente. Solo allí podré volver a ser el niño que se marco las piernas de por vida con las caídas de la BH cross por el carril; el niño que disfrutaba viendo los rayos caer sobre el césped encharcado; el que jugaba con el barro debajo de la encina y el que bebía coca cola bajo un olivo al lado de la carretera a las tres de la tarde en el mes de agosto; el niño que era lo que hoy soy…