Desde que salimos de tu casa tenia ganas de cogerte la mano, de abrazarte, de acercar mis labios a cualquier parte de ti; como hacíamos un rato antes tirados en la cama escuchando música y como habíamos hecho cuando bajábamos en el ascensor. En el cine, en la oscuridad; mientras nos tomábamos la tapa, y en el coche no podía dejar de mirarte a ratos, de intentar encontrarme con esos ojos marrones que tanto me gustan cuando los miro desde abajo.
Por eso, cuando esperábamos el ascensor, ya de vuelta, pensé arrinconarte cuando estuviéramos dentro, pero no me dio tiempo. Me sorprendiste cuando antes de cerrarse las puertas, me cogiste de la bufanda, y tirando me arrastraste hacia ti, hacia tu boca.
Por eso, cuando esperábamos el ascensor, ya de vuelta, pensé arrinconarte cuando estuviéramos dentro, pero no me dio tiempo. Me sorprendiste cuando antes de cerrarse las puertas, me cogiste de la bufanda, y tirando me arrastraste hacia ti, hacia tu boca.
4 commenti:
No tiene peligro ni na un ascensor.
Coño, si querías echar otro polvo... no haber salido de casa!!!
Eres Corín Tellado en versión marica.
XDDDDDDDDDDDDDDDDDD
Hacía tiempo que no leía nada que me hiciera sentir más identificado... Salvando la peli de Almodóvar, que me recordó a mi madre y a mis tías en el pueblo...
Saludos murcianos.
A mi tambien me ha hecho sentir identificado... mas bien, recordar, porque yo de reciente nada... xD pero si, los ascensores dan mucho juego, que si piso arriba, piso abajo... :P
Un Besito!
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