sabato, settembre 03, 2005

los tios que me tiran los tejos III

Llegas a una facultad nueva, en una ciudad nueva, en un país nuevo y con un idioma en el que solo sabes decir: ciao; mi chiamo... ; buongiorno, buonasera, buonanotte y Scusi, come posso arrivare a... Evidentemente, el lugar al que uno primero se dirige de la facultad es a la delegación de alumnos, donde por fortuna hay un chico que habla español (aun no sabemos porque). Allí en delegación, conoces a otro chico, alto, fuerte, guapo, simpático... y que cuando te vas, te guiña un ojo. Y te vas más contento que unas castañuelas, con una sonrisa de oreja a oreja; aun sabiendo que cuando te ha guiñado el ojo era porque cuando se despide lo guiña, diciendo un ciao que te deja paralizado. Entonces es cuando le comentas a tus dos amigos (un chico gay y una chica) que te ha guiñado el ojo, y ellos empiezan a decir eso de: vaya mierda, porque no nos guiña el ojo a nosotros, que a ti los tíos no te gustan (que va que va), nos podría tirar los tejos a nosotros, bla bla bla... Les sigues poniendo los dientes largos, cuando ellos se dan cuenta de que si, de que me guiña el ojo. Y un día, te lo cruzas por la escalera de la facultad y te dice un: ciao bello. Algún día en el que estas bajo de animo, té pasas por delegación, solo para que el tío este te guiñe el ojo. Y decides contarle la verdad a tus amigos, y se parten de risa. Hablando y preguntando por ahí, té enteras de que tiene dos años menos que tu aunque parezca que tiene uno o dos mas y tiene novia, que es de Suecia, donde el estuvo de erasmus.Y un día a las tantas de la mañana, nos lo encontramos en el autobús nocturno que va para nuestra casa, porque de casualidad vive cerca de nosotros. Conocemos a su hermana y a su novia, y nos cogemos un cabreo mortal porque la novia no vale un duro y es un desperdicio que el tío ese no estuviera con ninguno de nosotros...

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