Y aun estando contigo sigo sintiendo que me falta algo, que no todo es como esperaba que fuera o fuese. No creo que seas tú la persona de este momento de mi vida, de esta etapa. Y estoy contigo bien, a pesar de ser un tío un poco raro, a pesar de ser bastante especial… No estoy enamorado de ti, y tu dices que tu de mi tampoco, y aun tenemos que hablar sobre esto, sobre que es lo que podemos esperar el uno del otro, sobre que podemos hacer el uno sin el otro… me sigo sintiendo incompleto, como falto de esa otra mitad que parece no llegar nunca; la mitad que le falta a mi corazón. De esa otra mitad que debería ocupar mi lado en tantas fotos a que siempre estarían enteras. De esa otra mitad que no se quien es, ni como es, pero que se que me importa.
Algunos no entenderán nada, y se preguntaran que hago contigo, y la verdad es que yo tampoco lo se. Pero mientras ninguno de los dos sufra, y sigamos estando bien el uno con el otro, creo que con atar esos cabos sueltos, podemos seguir andando, mirando al frente y sin tropezarnos.
Algunos no entenderán nada, y se preguntaran que hago contigo, y la verdad es que yo tampoco lo se. Pero mientras ninguno de los dos sufra, y sigamos estando bien el uno con el otro, creo que con atar esos cabos sueltos, podemos seguir andando, mirando al frente y sin tropezarnos.
5 commenti:
A veces lo peor que puede pasarnos es tener una imagen ideal del amor perpetuamente instalada en la cabeza. Nos lleva a buscar lo perfecto -cúentamelo a mí- y a desdeñar lo que tenemos, o lo que es peor, a idealiazar y fabricar falsamente a quien tenemos al lado. Y a veces, tantas veces, esa imagen ideal es nuestro peor enemigo, es la que nos impide valorar a los tíos imperfectos que tenemos al lado, o que rechazamos y que podrán no ser el amor de nuestra vida... o sí.
Uff, que me suena esa sensación...
Demasiado familiar. Mientras estemos bien ¿no? Pero eso no quita que sigamos teniendo carencias, que por otro lado igual no son tan complicadas de llenar en su vacío. Los complicados somos nosotros.
Un abrazo.
A mi me suena a sentimiento de culpa, a cosas que tienes que resolver contigo mismo. Que no tiene nada que ver con los demás. Y hasta que no te libres de esa culpa no vas a estar receptivo, y mucho menos para decidir si esa persona te conviene o no.
Lo último que te puedo decir es... que no hay nada más triste que estar con otra persona por estar... no seas hetero!!!
Pues yo sigo pensando que las medias naranjas tarde o temprano tienen que aparecer... En algún sitio estarán no?
Pero mientras tanto no creo que pase nada malo porque hagas zumo con otras medias naranjas que no sean la tuya jajaja
Un besote!
Hii nice reading your blog
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