Escúchame. No contestas a mis cartas, no respondes mis llamadas. Me he quedado dormido sin pensar, descuidado y enfermo… Deben de ser las cuatro o las cinco, me arde la frente, estoy solo. Y tú nuevamente has roto tu promesa de estar a mi lado. No me has valido como amante, y no sirves gran cosa como amigo. Me acusas de que no olvido, pero tú tampoco olvidas. Y cada día queda fijado en nuestra memoria por los miles de detalles que distinguen un aire del otro y la primavera del invierno.
Lo único que se me está olvidando es llorar, ya llore bastante, bastante lloré. A veces el recuerdo asciende por las venas y me sorprende no sentir dolor, sino una tranquilidad… que me deja cansado y confiado, mecido en dulces alas de pájaro en el agua. Vuelvo a ser quien soy y no quien tu deseabas. Yo el bueno y generoso cuando te cumplía los gustos… Yo retorcido y maléfico como un alacrán en medio de las peleas. Yo, el pobre tonto, el obediente, el ingenuo, el juguete con que divertirte.
Me dijeron que en el amor estaba la muerte y la vida, pero me engañaron. Aquello debió ser amor sin duda, porque se convirtió en mi vida y en mi muerte. Me despertaba y te veía en mi cama y el yo que no era yo deseaba hacerte sufrir, ahogarte con la almohada… Así acabaría todo. Pero yo, el que era yo, te acariciaba y volvía a dormir… Y el yo en el que me estaba convirtiendo lloraba…
Te he querido tanto, tanto… Y tú ni siquiera lo has sabido. La primera vez que oí tu voz vi bajar las nubes, la primera vez que toqué tu mano pensé en escapar, como el agua hacia el mar… Yo caminé hacia ti, un ángel que vino de lejos disfrazado de hombre. Acaricie a otros pero cuando te vi perdí la memoria. Sólo existías tú. ¡Enciérrame y mátame de hambre! te suplicaba… ¡Pero no te vayas! ¡Hazme sufrir pero no te vayas! Nadie podía detenerte…¡Perro en celo detrás de otros perros!.
Las horas pasaban lentas sin ti, mientras añoraba tus pasos por la casa y lloraba rabioso, enfebrecido… Como ahora en la cama, arañando el colchón y arrugando las sábanas. Y si las cosas iban bien, esa noche sentiría sobre mí tu peso, y mi boca llena de la tuya, los ojos llenos de agua. Una pesadilla brutal y desgarradora que se volcaba en otra pesadilla real cuando amanecía y de nuevo te ibas, sin el consuelo de arrancarte una explicación cuando regresabas cada noche. Cuando yo te esperaba sentado en la cama atento a los ruidos, seguro de que esa vez no volverías y el dolor me destrozaría a dentelladas…
Sólo existías tú, todos eran tú. Aquí desnudo junto a mi cintura, de pronto tenso y alerta como un gato, la boca entreabierta, los labios machacados. Si tan sólo ahora pudiera dejar de pensar, pudiera dejar de aullar en silencio contra el viento… Porque esta vez te has ido definitivamente, y bendito sea el momento en que te fuiste. Porque si pudiera borrar el tiempo, regresarte a mi cama, a la lucha incesante de reptiles en movimiento, la carne abierta en vivo, y las venas derramando sangre, a arañazo, a mordisco, a bofetada. Y huesos doloridos. Lo haría, y con eso acabaría mi esperanza, me encadenaría a ti para siempre.
Y he elegido vivir, la herida cauteriza y los flancos aman.
Y de nuevo me juro no escribirte, me juro no llamarte… pero cómo te quise, Dios mío, cómo te quise…
Lo único que se me está olvidando es llorar, ya llore bastante, bastante lloré. A veces el recuerdo asciende por las venas y me sorprende no sentir dolor, sino una tranquilidad… que me deja cansado y confiado, mecido en dulces alas de pájaro en el agua. Vuelvo a ser quien soy y no quien tu deseabas. Yo el bueno y generoso cuando te cumplía los gustos… Yo retorcido y maléfico como un alacrán en medio de las peleas. Yo, el pobre tonto, el obediente, el ingenuo, el juguete con que divertirte.
Me dijeron que en el amor estaba la muerte y la vida, pero me engañaron. Aquello debió ser amor sin duda, porque se convirtió en mi vida y en mi muerte. Me despertaba y te veía en mi cama y el yo que no era yo deseaba hacerte sufrir, ahogarte con la almohada… Así acabaría todo. Pero yo, el que era yo, te acariciaba y volvía a dormir… Y el yo en el que me estaba convirtiendo lloraba…
Te he querido tanto, tanto… Y tú ni siquiera lo has sabido. La primera vez que oí tu voz vi bajar las nubes, la primera vez que toqué tu mano pensé en escapar, como el agua hacia el mar… Yo caminé hacia ti, un ángel que vino de lejos disfrazado de hombre. Acaricie a otros pero cuando te vi perdí la memoria. Sólo existías tú. ¡Enciérrame y mátame de hambre! te suplicaba… ¡Pero no te vayas! ¡Hazme sufrir pero no te vayas! Nadie podía detenerte…¡Perro en celo detrás de otros perros!.
Las horas pasaban lentas sin ti, mientras añoraba tus pasos por la casa y lloraba rabioso, enfebrecido… Como ahora en la cama, arañando el colchón y arrugando las sábanas. Y si las cosas iban bien, esa noche sentiría sobre mí tu peso, y mi boca llena de la tuya, los ojos llenos de agua. Una pesadilla brutal y desgarradora que se volcaba en otra pesadilla real cuando amanecía y de nuevo te ibas, sin el consuelo de arrancarte una explicación cuando regresabas cada noche. Cuando yo te esperaba sentado en la cama atento a los ruidos, seguro de que esa vez no volverías y el dolor me destrozaría a dentelladas…
Sólo existías tú, todos eran tú. Aquí desnudo junto a mi cintura, de pronto tenso y alerta como un gato, la boca entreabierta, los labios machacados. Si tan sólo ahora pudiera dejar de pensar, pudiera dejar de aullar en silencio contra el viento… Porque esta vez te has ido definitivamente, y bendito sea el momento en que te fuiste. Porque si pudiera borrar el tiempo, regresarte a mi cama, a la lucha incesante de reptiles en movimiento, la carne abierta en vivo, y las venas derramando sangre, a arañazo, a mordisco, a bofetada. Y huesos doloridos. Lo haría, y con eso acabaría mi esperanza, me encadenaría a ti para siempre.
Y he elegido vivir, la herida cauteriza y los flancos aman.
Y de nuevo me juro no escribirte, me juro no llamarte… pero cómo te quise, Dios mío, cómo te quise…
Espido Freire. Cartas de amor y desamor.
3 commenti:
Creo que ya habia escuchado este texto...(si escuchado).
Yo no se si he llegado a querer tanto, es lo malo de no haber sido correspondido, que luego no tienes pruebas para ti mismo de lo mucho que amaste, y te parece algo que leiste o un sueño.
Espero que eso cambie...
Un beso.
''Has sido elegido''
Visita www.ismaelalvarez.com para más detalles ;)
Casi tan bonito como el que habla sobre la Ternura...
Qué complicado es el periodo de reproches, cuando el amor ya ha terminado (al menos para una de las partes) y todavía no ha llegado la indiferencia y el olvido...
¿Qué actriz pone voz a este relato?
Besos en plena época de exámenes :-s
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