Me encanta ir andando por las mañanas al trabajo. Salgo de mi casa, siempre tarde (uno es así de desastre) y empiezo a andar, con el aire fresco de la mañana dándome en la cara, a veces escuchando música y a veces con el ruido del despertar de la ciudad de fondo. Y andando andando llego al parque, y paso por la puerta del colegio España, y todas las mañanas me sigo sorprendiendo con la energía que derrochan algunos niños tan temprano. Hay algunos montados en árboles, otros que corren... también los hay más perezosos, que entre que llega la hora de entrar en el colegio y no, duermen en el coche, mientras su madre, para mi sorpresa, también duerme.
Y me alegra ver las mezclas que se forman en las puertas. A algunos niños los llevan sus abuelas, a otros sus padres, a otros sus madres y a otros la sudamericana de turno (con todo el respeto del mundo). Los hay más pijos y menos, y hasta algún oriental.
Y eso es sobretodo lo que me hace gracia. Que a la inocencia de ser niños, de no ver cosas raras, a esa lógica aplastante que tienen a veces, a esas preguntas que hacen y que para las que no tenemos respuesta... se une que ellos no verán a ese niño como raro, como ajeno. Para ellos, como para muchos de nosotros, será una persona, como lo somos todos, sin tener en cuenta la orientación sexual, o la edad, o la religión, o el color de los ojos, o el origen... A veces las generaciones posteriores me defraudan un poco, pero otras, otras veces y por algunas cosas me dan un poco de envidia. Lo único que espero es que todo esto no se desmorone, que seamos capaces de mantenerlo, que seamos capaces de convivir unos con otros, que al fin y al cabo es lo que nos queda. Y acostumbrarnos unos a otros y otros a unos; siempre con respeto y con calma, y hablando... Pero claro, si los políticos de este país siguen así, sembrando el odio y el rencor por tener una parcela de poder... viéndolo todo negro o todo rosa... difícil lo veo.
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7 commenti:
Eso a mi tambien me gusta de los niños. A ver si aprendemos de ellos. Esa es una de las razones pro la que em gustó tanto Londres. Allí cada uno va a lo suyo, y no mira raro a nadie, ni se da la vuelta, ni murmura porque se cruce con alguein distinto, proque allí todos son distinto.
Cuantos nos queda aun por aprender.
Un abrazo.
Muchas veces los niños son fiel reflejo de los padres. He visto niños hacer comentarios racistas, machistas, homófobos o fachas que no entendían, símplemente porque los han oído en casa. Conozco muchos pseudoadultos cuyo ideario político no es sino el de sus padres, el que se les ha inculcado en casa a base de comentarios del padre a la hora de la comida viendo el telediario, cotilleos de la madre metiéndose con los vecinos por modernos/descarados/desvergonzados, las abuelas con "las pintas que llevan estos y aquellos".
Si los niños avanzan es porque la sociedad avanza... pero no nos engañemos, muchos de esos niños abandonarán la pureza de su inocencia en cuanto se empiecen a contaminar con los comentarios de su casa.
La "purificación" de la sociedad en cuanto a la "forma de ver las cosas" arrastra una pesada ancla que lo ralentiza todo demasiado...
alawanatu, me lo has quitado de la boca. Los niños pueden ser los más crueles, los más racistas, los más homófobos... cuando copian los idearios heredados de sus padres. Luego, en la adolescencia, pueden volver a serlo solo para ir a la contra de lo que oyen en casa o para ser la estrella de su grupo de amigos. Todos tenemos que educar cada día con nuestro ejemplo.
En mi casa no son ni muy de derechas ni muy de izquierdas, pero la educacion que me han dado desde luego no es para salir asi como he salido de libertario. Creo que somos las sorpresas de nuestra generación. un dia me preguntaba porque y de donde habiamos salido nosotros, con esta mente tan abierta, y descubrí la respuesta: Alaska y su'Bola de cristal'.
Que difícil es dar una opinión a este buen post...
Uno se hace de lo que oye, de lo que ve, de lo que vive... hasta que es consciente de que ha de ser él mismo, con sus propias ideas, su propia personalidad y sin tener que demostrar nada a nadie.
¿Beber porque beben tus amigos?
¿Pegar porque pegan tus colegas?
¿Insultar porque lo hace tu padre?
Ante todo, lo que hay enseñar es RESPETO.
Si esa fuera una asignatura obligatoria y no la religión, el mundo no estaría a punto de hacerse cachitos, de ser un mar de sangre y una tierra de enfrentamientos continuos.
La mirada de un niño, no siempre es tan inocente como se pinta... el subconsciente tierno, es la gran esponja que absorbe derrotas y devuelve golpes.
Besos inocentes
Yo votaría por "Barrio Sésamo"... Muy buena tu página Luigi, un abrazo.
Un gran post, Luigi...
Aunque debo señalar que a mi me da envidia no poder caminar por mi ciudad y contemplar el mundo a pie..
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