mercoledì, settembre 03, 2008

pasar o no pasar...

Dicen que a uno su familia le toca, pero que las amistades las elije. Eso es así hasta un cierto punto, porque hay personas que nos acompañan en este largo camino (o corto, según se mire) desde hace muchos años, por lo que se las puede considerar amistades, pero a los que durante muchas épocas del año, lo que te entran ganas es de dejar de tener relaciones con ellas. Alguien puede pensar que es una barbaridad, que las amistades no se clasifican, que eso no son amigos; pero cuando llevan tanto tiempo con nosotros y han compartido y siguen compartiendo con nosotros tantas cosas uno las considera amistades (que no del alma, claro está). Creo que la única razón por la que no rompemos definitivamente con estas personas es por costumbre, porque están ahí, porque si uno las ha aguantado durante quince años, no existe razón por la que dejar de tratarlas los pocos días al año que coincides con ellas; aun cuando la primera palabra que piensas en soltarle es un MADURA o un PIENSA tan fuerte y seco que les haga pasar pagina de una vez. Puede que los que tengamos que madurar seamos nosotros, y pasar de ellos, pero en esa diatriba nos encontramos, y así pueden pasar otros quince años; siempre y cuando no vivamos en la puerta de al lado, entonces la única solución sería mudarnos.