Es increíble lo que la vida se acerca al mundo de la interpretación, y no en lo que se refiere a que supuestamente reflejan la realidad.
Veréis, a veces la vida es comedia, otras es un drama, a veces nos da terror…
En algunos momentos la vemos desde lejos, como desde un palco en un teatro, desde fuera, como vemos la televisión…
Otras formamos parte de los cámaras, de los realizadores, maquilladores… estamos involucrados en lo que seria la acción, podríamos decir que es nuestra responsabilidad, que algunas cosas salgan mejor o peor.
En otra ocasiones somos actores, de todo tipo; principales, secundarios, de reparto y hasta figurantes. Eso si, por lo general los actores principales de nuestras vidas, evidentemente somos nosotros.
Lo de los directores, los guionistas… es otra historia. El director, vaya usted a saber si lo hay o no lo hay; unos creen que si, otros lo dudan y otros niegan por completo su existencia. El guión se va montando poco a poco, vamos, que no hay guión que valga, que es teatro moderno, que es improvisación pura y dura.
Y así poco a poco vamos rodando, vamos montando un poco la historia, quizás sin ton ni son porque tiene mucho de caos, pero vamos tirando. Y reflexionando un poco más, hasta el punto de la paranoia, la causa de que a veces tengamos la sensación de que hemos vivido ya un momento es porque alguien ha decidido rebobinar la cinta. Y bueno, así andamos todos los días de estreno, sin darnos cuenta, todos los días grabando una nueva parte de la película.
Y digo yo, lo primero: que no os perdáis una película que se llama ‘sin vergüenza’, de Joaquín Oristrell, y lo segundo que para cuando un coprotagonista, ¿en?, que uno tiene hoy muchas ganas de besos.
Veréis, a veces la vida es comedia, otras es un drama, a veces nos da terror…
En algunos momentos la vemos desde lejos, como desde un palco en un teatro, desde fuera, como vemos la televisión…
Otras formamos parte de los cámaras, de los realizadores, maquilladores… estamos involucrados en lo que seria la acción, podríamos decir que es nuestra responsabilidad, que algunas cosas salgan mejor o peor.
En otra ocasiones somos actores, de todo tipo; principales, secundarios, de reparto y hasta figurantes. Eso si, por lo general los actores principales de nuestras vidas, evidentemente somos nosotros.
Lo de los directores, los guionistas… es otra historia. El director, vaya usted a saber si lo hay o no lo hay; unos creen que si, otros lo dudan y otros niegan por completo su existencia. El guión se va montando poco a poco, vamos, que no hay guión que valga, que es teatro moderno, que es improvisación pura y dura.
Y así poco a poco vamos rodando, vamos montando un poco la historia, quizás sin ton ni son porque tiene mucho de caos, pero vamos tirando. Y reflexionando un poco más, hasta el punto de la paranoia, la causa de que a veces tengamos la sensación de que hemos vivido ya un momento es porque alguien ha decidido rebobinar la cinta. Y bueno, así andamos todos los días de estreno, sin darnos cuenta, todos los días grabando una nueva parte de la película.
Y digo yo, lo primero: que no os perdáis una película que se llama ‘sin vergüenza’, de Joaquín Oristrell, y lo segundo que para cuando un coprotagonista, ¿en?, que uno tiene hoy muchas ganas de besos.